Mi Historia

¿CÓMO HE LLEGADO A QUITAR EL MAL DE OJO Y OTRAS ENERGÍAS?

Yo creo que al final, las cosas que le pasan a uno de pequeño de alguna manera transcienden a lo largo de la vida.

A mí me han echado mal de ojo desde pequeñito. ¿Por qué? Pues yo lo tengo claro, pero bueno, si no os importa, me lo voy a guardar para mí porque es algo muy personal. El mal de ojo es una de esas cosas que hasta que no te pasa, no te la crees. Yo le hablo a la gente de esto y realmente me miran raro. Yo creo que mis amigos de toda la vida cada vez que he sacado el tema, me han mirado un poco como diciendo… este tío está “chalao”. Y es normal. Como digo, hasta que no te pasa, no acabas de creértelo. Esto, aunque se diga que son cuentos de abuelas, hay veces que los cuentos de abuelas son la vida tal cual.

Y sí, esta es de esas cosas que son raras y que no se pueden justificar con matemáticas o física, o una estadística, o cualquier rama de la medicina. Esto va un poquito más allá de la realidad que conocemos. Esto empieza a sonar un poco “matrix”.

A mí me lo han echado tantas veces, que ya perdí la cuenta. Como comentaba en otro apartado, las consecuencias van desde no ser capaz de comprender algo, como en mi caso la Física en la universidad y sacar un 0 (obviamente luego aprobé), hasta unos ataques de ansiedad que me moría y tener que levantarme de la cama y salir a la calle a media noche a dar vueltas para relajarme, pasando por el “no puedo más” y que se me comiera el mundo.

Hace unos años, en 2008, cuando me vine a vivir a Castellón, coincidí con una compañera de la India que había venido para hacer la formación conmigo que practicaba Reiki. No tenía el nivel de maestra pero para mí, como si lo fuera. Me habló muchísimo del Reiki y de sus beneficios. De hecho, tuve la suerte de que me hiciera Reiki a distancia durante el tiempo que estuvo en Castellón. Después de 3 meses, acabada la formación, se marchó de vuelta para la India. Justo después de marcharse, y como me había marcado tanto, hice los niveles I y II de Reiki.

Gracias al Reiki, tuve dos experiencias muy increíbles, aunque bueno, para la mayoría seguirían siendo raras.

Pasado esto, también pasé por iniciación a la meditación y Taichi donde gran parte de la clase era Chi Kung.

En 2018 descubrí una universidad online llamada Mindvalley, y ahí me volví “loco” con todo el contenido que hay tanto espiritual como físico, crecimiento en todos los sentidos, etc.

El primer curso fue de “Energy Medicine” donde la traducción sería algo así como “Medicina Energética” de la gran Donna Eden.  Aquí es donde empecé a relacionar todo lo que había aprendido del Chi Kung. Tengo que reconocer que lo tengo a mitad, porque el curso abarca varios temas como los chakras, meridianos de la medicina tradicional china, etc.

El segundo fue de meditación con Emily Fletcher, "The M Word", donde retomé la rutina diaria de meditación. Emily es muy “crack” y mezcla lo mejor de oriente para aplicarlo en occidente. Combina la meditación tradicional con el mindfulness, el estado de gratitud, y una práctica que ella llama “The love bomb”, espectacular.

El tercero fue el más… alucinante: “Be a Modern Master” con la excepcional Deborah King. Aquí es donde entré más de lleno en la meditación y en los sutras (que vienen de los Vedas de la antigua cultura india).

Y finalmente, el cuarto que también abrió mi práctica espiritual con Ariya Lorenz y su curso “Practical Spirituality”. De aquí saqué la importancia de enraizar todos los días, la técnica del Protection Shield (escudo de protección) sobre la cual sacaré algo más adelante, y de la importancia de pedir y pedirlo bien.

Entonces, ¿de dónde me viene esto de quitar el mal de ojo?

Pues yo creo que, por un lado, de la necesidad de quitarle el mal de ojo a mis hijos, porque yo creía que al salir de mi ciudad natal esto se iba a acabar, pero no. Quería poder quitarle el mal de ojo a mis hijos en cualquier momento y a cualquier hora que me diera cuenta de ello. Hace años era una mujer la que nos quitaba el mal de ojo. Pero tenía que ser independiente del lugar y la hora. Y por una época en la que a mis hijos les echaban mal de ojo día sí día también, descubrí que podía quitarlo y protegerlos para que no se lo hicieran más.

Y, por otro lado, como siempre he sido muy inquieto y gracias a la mezcla entre las enseñanzas y la práctica de la meditación de Deborah King, probando aquí y allá, acabé encontrando mi propio método.

Así que si ...

¿TIENES ALGUNA DUDA?

ESCRÍBEME ✍️ por WhatsApp  o Telegram o llámame 📞 al ☎️ 623 12 37 53 (+34 623 12 37 53 si contactas desde fuera de España) y te aclaro todolo que necesites.

Estas son las cosas que puedo hacer por ti:

RECUERDA que saber si se tiene o no mal de ojo es GRATUITO. 😉😉